viernes, 29 de diciembre de 2006

Son los Carbohidratos malos para la salud


Son los Carbohidratos malos para la salud? ¿Tengo que dejarlos de comer para adelgazar?
Si los carbohidratos engordan como todo lo que comemos pero son muy beneficiosos para la salud. Los carbohidratos nos dan energía y contienen nutrientes valiosos. Los grupos fundamentales de alimentos son: grasas, proteínas y carbohidratos. Toda dieta saludable de acuerdo a casi todos los expertos debe incluir alimentos de cada uno de estos grupo.
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Hay dos tipos de carbohidratos o hidratos de carbono: simples y complejos. Los carbohidratos simples son tipos de azúcar y los complejos están en los granos y otros alimentos. Las frutas tienen azúcar natural (sucrosa) por lo que son carbohidratos. Los granos como los frijoles y lentejas contienen carbohidratos complejos, proteínas y otros nutrientes. la leche contiene lactosa (un tipo de azúcar) por lo que también contiene carbohidratos.
Toda dieta saludable incluye vegetales, frutas y granos todos estos alimentos son ricos en carbohidratos. Los carbohidratos no pueden eliminarse totalmente de la dieta sin consecuencias negativas. Además de dar energía y contener nutrientes los alimentos anteriores tienen fibra. Uno de los aspectos negativos de las dietas bajas en carbohidratos es la constipación.

Los Enemigos: Harina refinada y Azúcar.Los carbohidratos que deben evitarse son las harinas refinadas como la harina blanca normal y el azúcar refinada. Estos alimentos están siendo consumidos en grandes cantidades, son ricos en calorías y pobres en nutrientes. La harina refinada se encuentra en panes, postres y pastas. Los alimentos anteriores producen descontrol en los niveles de azúcar en la sangre. Esto nos mantienen sin energía y nos da hambre constante. Si estas tratando de bajar de peso y limitas el consumo de estos alimentos dejándolos solamente para ocasiones bajaras de peso sin sentir hambre. Puedes comer en moderación pan entero y pastas de harina integral.

Los carbohidratos buenos engordan.Si engordan, pero si los consumes en moderación son saludables y te ayudaran a controlar tu peso. Otros carbohidratos que deben consumirse en moderación solamente son: arroz, yuca, patatas y otros similares. ¿Tengo que dejar de comer azúcar?Tienes que limitar las cantidades de azúcar que consumes. Una soda normal de 20 onzas (600 ml) contiene el azúcar de todo un día. No se trata de decirle Adiós a los postres por el resto de tu vida, puedes comer de todo en moderación.

martes, 26 de diciembre de 2006

El milagro de adelgazar


El milagro de adelgazar

Una vez pasadas las Navidades y sus inevitables excesos en la mesa, suelen llegar los sustos en la báscula y la urgencia de ponerles remedio lo antes posible y con resultados rápidos. Esta situación se convierte en campo abonado para las conocidas como dietas milagro. Se trata de planes de adelgazamiento, que prometen una pérdida de kilos espectacular en tiempo record. Pero frente a ellas surgen algunas dudas importantes, como hasta qué punto son eficaces y si pueden resultar peligrosas para la salud.
Ofrecen cifras realmente tentadoras, en las que el número de kilos que se pierden es inversamente proporcional a los días que se emplean para conseguirlo. Bajo esta consigna, decenas de dietas milagro circulan en medios de comunicación y libros como la solución inmediata al sobrepeso, incrementando su número de seguidores después de las navidades o al llegar la primavera, cuando se impone la operación bikini.¿En qué consisten?Sea cual sea su nivel de éxito, se trata de planes controvertidos que deben contemplarse siempre desde la prudencia. Entendemos por dietas milagro aquellas que prometen rebajar un buen número de kilos en muy poco tiempo, que no cuentan con bases científicas serias que las avalen y que restringen enormemente el número de calorías y de alimentos que se pueden comer. Es frecuente que lleven el nombre del doctor que las inventó, del centro médico donde se aplican, de un famoso o famosa a los que les han ido de maravilla o que se denominen con el producto estrella que les sirve de base (pomelo, sopa, alcachofa, entre otros).En general, se trata de regímenes muy desequilibrados, que no aportan todos los nutrientes que precisa el organismo y con los que efectivamente se logra recortar peso al ser muy hipocalóricos. Otra de las razones por las que se suele lograr esto último es su monotonía: la escasa variedad de platos e ingredientes convierte el hecho de comer en algo aburrido y poco apetecible, lo que se traduce en una ingesta menor de alimento.

Pérdida de masa muscular:Pero que lo que se habla poco es que los kilos que se pierden no pertenecen a la masa grasa del organismo, sino a la muscular, por lo que no se puede considerar que exista un recorte de peso en sentido estricto. Finalmente, estos planes se suelen seguir durante unos días y al no modificar hábitos alimentarios ni establecer pautas nutricionales que se puedan mantener en el tiempo, la ganancia de peso es casi inmediata una vez acabados.Un peligro al acechoIncluso algunas teorías hablan de que si se abusa de ellos, sometiendo el metabolismo a constantes vaivenes, cada vez se hará más complicado poder adelgazar. Entre las razones que pueden convertir las dietas milagro en peligrosas están deficiencias en vitaminas A, C, E y también del grupo B, algunos minerales, como hierro y zinc, y proteínas. De todas formas, las carencias dependen de la composición de cada una de ellas, de los alimentos que primen y de aquellos que prohíban. Si escasean las frutas y verduras, se verán mermados los niveles de vitamina C y A, si faltan alimentos de origen animal la vitamina B. En caso de que el consumo de grasas se vea muy reducido, se producirá una pobre asimilación de vitaminas liposolubles (A, D y E). Si todo ello puede acarrear problemas en una persona sana, ni que decir tiene de los nefastos efectos que puede ocasionar en niños, ancianos o quienes sufran trastornos de salud. Efectos secundariosUna ventaja de esta clase de dietas está en su duración, que suele ser muy corta, siempre que se sigan los tiempos recomendados. Esto se traduce en que sus potenciales consecuencias negativas se vean disminuidas y que la sangre no suela llegar al río. Aún así, en ocasiones aparecen mareos, hipotensión, diarreas, incluso un aumento de los niveles de colesterol. Las dietas bajas en proteínas pueden dar lugar a arritmias, mientras que aquellas que son ricas en ellas y pobres en hidratos de carbono pueden ser el origen a descalcificaciones óseas y problemas renales.Parece claro que aunque las dietas milagro procuren una pérdida de peso importante, lo hacen con un costo demasiado elevado para la salud y el bienestar. Los expertos hablan de que los planes de adelgazamiento correctos promueven rebajas de unos tres kilos al mes, son equilibrados, no implican pasar hambre y jamás deben bajar de 1.200 calorías diarias. Además mantienen una proporción correcta de nutrientes, con un 60 por ciento de hidratos de carbono, un 20 de grasas y otro 20 de proteínas. Por todo esto, lo mejor es contar con la asesoría de un profesional que adapte la dieta a las necesidades y características de cada persona. Emplear tres días para rebajar unos kilos que se volverán a ganar en menos de una semana y jugarse de paso la salud no parece una inversión muy ventajosa.

viernes, 22 de diciembre de 2006

Marisco: un lujo muy nutritivo

Marisco: un lujo muy nutritivo

Asociado a banquetes y celebraciones, el marisco suele ser un plato fijo de los menús navideños. Su exquisitez y también su elevado precio lo convierte en un majar propio de ocasiones especiales. Pero detrás su espectacular presencia y su sabor a fiesta se esconden algunas propiedades nutricionales que incrementan sus virtudes culinarias.
El marisco cuenta con un buen número de adictos que disfrutan como nunca de sus encantos al llegar la Navidad. Es éste un momento del año en que se suele tirar la casapor la ventana en lo que delicias gastronómicas se refiere y, por tanto, la ocasión ideal para que no falte en la mesa. También es probable que mientras se disfruta de su sabor, casi nadie tenga en cuenta cuál es su composición nutricional, qué ventajas aportaa la salud o si es necesario controlar su consumo. Sin que estas cuestiones sirvan para restar encanto al hecho de comerse un buen centollo, no está de más saber qué se esconde bajo su caparazón.

Crustáceos y bivalvos

En primer lugar, podemos hablar de distintos tipos de marisco. Por un lado están los crustáceos, familia que incluye las gamas, los langostinos, las cigalas, los cangrejos, el centollo, el buey de mar, la langosta, etcétera. Por otro, los llamados bivalvos, es decir, aquellos que tienen concha: almejas, mejillones, berberechos, ostras, entre otros. Tanto unos como otros son muy ricos en sales minerales, sobre todo hierro, zinc, potasio y yodo, aunque las concentraciones varían según cada especie.Respecto a la función de cada uno de estos minerales en el organismo, el potasio está considerado como un depurativo que participa en el equilibrio hídrico del cuerpo y en el buen estado del músculo cardiaco. Por su parte, el hierro interviene en la absorción de la vitamina B12 y resulta imprescindible para la formación de hemoglobina, mientras que el yodo influye en el crecimiento del cabello y las uñas, y es básico para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides. Finalmente, el zinc actúa como antioxidante para retrasar el envejecimiento celular y el fósforo participa en la formación de la estructura ósea del organismo.Cargados de vitaminasSin salir del campo de los micronutrientes, el marisco también contiene vitaminas importantes. Es el caso de la A y las del grupo B. La escasez de la primera se traduce en problemas cutáneos, ya que proporciona elasticidad a la piel, así como en dificultades en la visión, mientras que las vitaminas B2, B6 y B12 están directamente relacionadas con el metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas.Precisamente estas últimas están presentes en buenas cantidades en el marisco, que, en cambio, no es especialmente rico en grasas. Contiene poliinsaturadas (ácidos omega 3), una variedad que está considerada como saludable. Es cierto que la proporción entre proteínas y grasas resulta más favorable a los mariscos de concha que, siendo nutritivos, engordan menos. Igualmente poseen concentraciones ajustadas de colesterol, un componente que sí se halla de forma elevada en los crustáceos, los cuales deben tomarse con moderación si se sufre algún trastorno relacionado con él. Si la riqueza en proteínas del marisco resulta ventajosa para casi todo y todos, ya que ayudan a la formación y regeneración de los tejidos del organismo, puede ser un problema para quienes padezcan ácido úrico. Como ocurre con las carnes rojas o los pescados azules, no conviene que abusar de ellos. Lo que sí resulta una cualidad positiva para todo el mundo es su aporte calórico: sólo unas 100 calorías como media por cada 100 gramos de producto.

Frutas y verduras para la piel


Frutas y verduras para la piel

No solo de cosméticos vive la piel. Una dieta correcta, rica en vegetales y frutas, es el primer paso para lucir un cutis bonito y una epidermis cuidada y bien hidratada.
Más fuerte de lo que parece, pero a la vez más sensible de lo que creemos: así es la piel, una auténtica barrera protectora del organismo. Estamos acostumbrados a limpiarla y cuidarla con geles, cremas y cosméticos. Sin embargo, la
belleza y salud de la piel reside en una alimentación equilibrada y variada, rica en ciertas vitaminas y minerales.Una forma de llevar este tipo de dieta es consumir altas dosis de frutas y verduras, algunas de ellas, por su composición nutricional, son especialmente adecuadas para proteger la piel y mejorar su aspecto.

Los mejores antiarrugas
Las frutas y hortalizas de color amarillo y anaranjado, y las verduras de hoja verde contienen buenas dosis de los precursores de la vitamina A, es decir, de betacarotenos. Esta vitamina es indispensable para la formación de los tejidos, las mucosas y las células de la piel. También contribuyen a frenar la acción de los radicales libres y, por tanto, el envejecimiento cutáneo y de otros órganos.Por eso, es conveniente consumir frutas como el melocotón, el albaricoque, el melón y el caqui, y verduras como la calabaza, la zanahoria, la acelga, el perejil, el berro, la col, la espinaca y la escarola. Sus concentraciones de vitamina A varían desde los 1100 microgramos por cada 100 gramos de producto de zanahorias y perejil a los 583 microgramos de las acelgas, pasando por los 830 de las coles o los 816 de las espinacas. En el apartado de las frutas, los melocotones contienen 73 microgramos, el caqui 100 y los albaricoques 298.

Antioxidantes naturales
Los cítricos, los kiwis, las frutas rojas, las fresas, los berros, la familia de las coles y el perejil son alimentos ricos en vitamina C. Además de su papel antioxidante, todos son imprescindibles para la buena cicatrización de las heridas e intervienen en la producción del colágeno, que otorga elasticidad a la piel y hace que se deteriore más despacio.

Cutis luminosos con vitamina E
Además de las frutas y verduras frescas, es aconsejable consumir frutos secos. Una ración diaria, no muy grande, es suficiente ya que aportan muchas calorías. Son ricos en vitamina E, igual que los vegetales de hoja verde y las frambuesas. Las almendras, nueces o pistachos, junto a las verduras y frutas mencionadas, consiguen reducir la oxidación celular, el envejecimiento de la piel, a la que proporcionan elasticidad, e incluso pueden ir bien contra las manchas cutáneas. Además, las nueces y las avellanas son ricas en cobre, que actúa como antiinflamatorio, mejorando trastornos cutáneos de este tipo, además de intervenir en la síntesis de la elastina.Otra variedad recomendable para mantener una piel bella y luminosa es el plátano. Se trata de una fruta rica en zinc, un microelemento antioxidante, que mejora la renovación de las células cutáneas y que además las tonifica.El brécol, por su parte, atesora buenas concentraciones de magnesio, que contribuye a expulsar los tóxicos del organismo, lo que sin duda se nota en la piel. También posee propiedades antiestrés. No debemos olvidar al tomate, una hortaliza muy consumida, que aporta un pigmento con cualidades antioxidantes: el licopeno

miércoles, 20 de diciembre de 2006

Coles, medicamentos de la huerta



Coles, medicamentos de la huerta

Forman parte de la dieta mediterránea y contribuyen de manera determinante a su denominación de dieta sana. La familia de las coles, también llamadas crucíferas, atesoran buenas cantidades de minerales y vitaminas, y son conocidas por sus propiedades antioxidantes.
El repollo, la coliflor, el brécol, las coles de Bruselas, o la lombarda forman parte de la extensa familia de las coles. Se trata de hortalizas habituales en nuestras cocinas y constituyen un ingrediente común a muchos platos tradicionales. Pero además de sus virtudes gastronómicas, representan un alimento muy sano, repleto de cualidades preventivas frente a graves enfermedades. De hecho, desde la antigüedad se han empleado para depurar y desintoxicar el organismo, para mejorar las úlceras intestinales y para luchar contra las enfermedades reumáticas y la anemia, entre otras propiedades.Las crucíferas, denominación que hace referencia a sus flores, que tienen forma de cruz, guardan gran cantidad de agua, en torno a un 80% de su peso, en la que se hallan disueltos distintos minerales. Son especialmente ricas en potasio: las coles de Bruselas contienen unos 300 miligramos por cada 100 gramos, mientras que la coliflor ronda los 140 miligramos. También destacan por sus concentraciones de calcio, fósforo y magnesio, y en cantidades menores poseen cobre, azufre, zinc y magnesio. Esta amplia composición mineral influye en la buena salud del corazón, ya que el potasio es imprescindible para que lata correctamente, así como en la transmisión adecuada de los impulsos nerviosos, el equilibrio de la presión arterial y la buena hidratación del organismo. A pesar de que su contenido en calcio es elevado, tienen oxalatos, compuestos que impiden que sea absorbido en su totalidad por el cuerpo. En general, las especies verdes como las coles de Bruselas o el brécol son más ricas en minerales que las blancas, caso de la coliflor. Sin embargo, esta última sí atesora buenas concentraciones de fibra, ideal para un adecuado tránsito intestinal, así como para prevenir la hipertensión. Las crucíferas en general producen sensación de plenitud en el estómago, por lo que son muy útiles en regímenes de adelgazamiento. Pero quizá su propiedad más apreciada, constatada recientemente por distintas investigaciones, es su poder anticancerígeno, por lo que los expertos recomiendan consumirlas al menos dos veces a la semana. Una parte importante de las cualidades antitumorales de las crucíferas reside en su riqueza en vitamina C. Se trata de un micronutriente antioxidante, es decir, combate los radicales libres, responsables del envejecimiento y el deterioro celular. Este proceso está en el origen un crecimiento descontrolado de las células y, por tanto, del desarrollo del cáncer. Pero además, poseen folatos, así como betacarotenos, sobre todo el brécol, las coles de Bruselas y el repollo, que igualmente actúan como protectores frente a los tumores.

Mejora tu salud intestinal







Mejora tu salud intestinal

Los alimentos prebióticos contienen sustancias no digeribles que estimulan el crecimiento de ciertas bacterias de la flora intestinal, favoreciendo diversas funciones del organismo. Se enmarcan dentro de los denominados “alimentos funcionales” y son una nueva opción natural dentro de la alimentación diaria que puede encontrarse en la secciones de lácteos de los supermercados.

En los últimos han alcanzado gran popularidad este tipo de productos alimenticios, que influyen de modo positivo en la flora intestinal del organismo y en la salud en general. Cada vez hay mayor constancia de la importancia de mantener una dieta equilibrada en beneficio de la propia salud y alimentos como éstos contribuyen a prevenir posibles dolencias.

El aparato digestivo alberga unas 400 especies de bacterias. Algunas son llamadas beneficiosas, mientras que otras son bacterias patógenas, productoras de enfermedades que a menudo invaden ciertas partes del organismo.

El consumo de productos prebióticos puede ayudar a regenerar la flora intestinal, prevenir las infecciones y el desarrollo de enfermedades graves, como la colitis ulcerosa o el cáncer de colon. Son sustancias que no son digeridas por el organismo, sino que sirven de alimento para grupos específicos de bacterias que están en el intestino. De esta forma se puede conseguir que aumente el porcentaje de las que favorecen el organismo mientras disminuye la flora intestinal más agresiva.

Alimentos funcionales

Tanto prebióticos como probióticos son conocidos como “alimentos funcionales” ya que son productos enriquecidos que no sólo aportan beneficios nutricionales a quien los ingiere, sino también otros que le permiten mejorar su salud.

Entre los prebióticos, las sustancias más conocidas son la inulina y la oligofructosa, que pueden encontrarse en espárragos, cebollas, ajos o plátanos. Al ingerirse, son transformados por las bacterias de la flora intestinal y fermentan en el colon. Diversos estudios han demostrado que los prebióticos facilitan la absorción del calcio, el magnesio y el hierro, lo que podría mejorar la densidad ósea y prevenir la osteoporosis.

Por otra parte, contribuyen a mejorar el perfil lipídico, reduciendo los niveles altos de triglicéridos y favoreciendo su metabolización en el hígado. Se han descrito efectos sobre el colesterol, son muy eficaces en la mejora del estreñimiento crónico y se plantea el que pudieran tener un efecto preventivo del cáncer de colon.

En ocasiones, suele surgir cierta confusión a la hora de distinguir entre alimentos prebióticos y probióticos. Los primeros son sustancias que se encuentran en alimentos como el ajo, cebolla, alcachofas o remolachas. Sirven de alimento a las bacterias y favorecen el crecimiento selectivo de las bacterias intestinales beneficiosas como las bifidobacterias y lactobacilos.

lunes, 18 de diciembre de 2006

El placer de un buen desayuno



El placer de un buen desayuno

La falta de tiempo y de costumbre son dos de las razones por las que muchos nos enfrentamos cada día a nuestros quehaceres diarios con poco más que un vaso de leche o un café en el estómago. Pero saltarse el desayuno, malcomer al levantarse o hacerlo a toda prisa no es una cuestión menor, ya que trae consecuencias como escasez de fuerzas, desgana y bajo rendimiento a lo largo de la mañana. De ahí la importancia de convertirlo en una comida completa y dedicarle los minutos.
No cabe duda que cuando uno se levanta de la cama con las sábanas y el tiempo pegados cuesta acercarse a la cocina y preparar un desayuno en condiciones. Pero ese pequeño esfuerzo, que deja de ser tal en cuanto se vuelve un hábito diario, resulta imprescindible para la salud del organismo.Comenzar el día con energía.

Un buen desayuno es garantía de una dieta completa y equilibrada y un correcto reparto energético de las comidas, además del camino para obtener mejores resultados de las tareas que vayamos a desarrollar a lo largo del día. Cuando nos levantamos nuestro cuerpo lleva muchas horas sin ingerir nada de alimento y aunque el gasto durante la noche ha sido escaso, a partir de ese momento comenzará a ser muy elevado.Por la mañana, el organismo necesita una buena ración de hidratos de carbono. Su falta se traducirá en una sensación de cansancio. De ahí la necesidad de consumir cereales, pan, alguna pieza de bollería (sin abusar) incluso un poco de miel o de mermelada para aportar glucosa al organismo. La fruta ayudará también a mantener en buenos niveles las cifras de azúcar, vitaminas y minerales y fibra.

Frutos secos: directos al corazón



Frutos secos: directos al corazón

Aunque podemos consumirlos en cualquier época del año, los asociamos a épocas otoñales, cuando los primeros fríos comienzan a hacer acto de presencia. Hablamos de los frutos secos, una clase de alimentos muy populares en los países mediterráneos, donde constituyen un producto habitual de la dieta, que además atesoran importantes ventajas para la salud, sobre todo para el corazón.
Aperitivos, postres, ensaladas, incluso más de un plato de cuchara cuentan con los frutos secos como ingredientes imprescindibles de sus recetas. Estos productos poseen gran arraigo en la gastronomía mediterránea de la que forman parte desde hace siglos y través de cuyas especialidades llevan deleitando a generaciones de comensales. Cada variedad (nueces, almendras, avellanas o pistachos, entre otros) guarda unos rasgos nutricionales propios, pero todas ellas tienen una característica común importante: se trata de alimentos tan saludables que los nutricionistas recomiendan su consumo diario.Sus principales virtudes. Los frutos secos apenas contienen agua, a diferencia de la fruta fresca, y más de un 50 por ciento de su composición está representada por lípidos, en concreto por ácidos oleico y linoleico. El primero está presente sobre todo en las almendras y avellanas, mientras que el segundo se encuentra en buenas concentraciones en las nueces. En ambos casos se trata de grasas insaturadas que contribuyen a incrementar las tasas de colesterol bueno (HDL) y, por tanto, a mejorar la salud cardiovascular al incidir de forma positiva sobre la capa de ateroma que se acumula en las arterias. Numerosos estudios, algunos realizados en el Hospital Clínico de Barcelona en colaboración con la Universidad de California, hablan de que el consumo moderado (un puñado) de nueces a diario reduce un 11 por ciento el riesgo de enfermedad cardiovascular.Otras ventajas de los frutos secos es su riqueza en fibra y vitamina E. Así, se ha comprobado su acción beneficiosa en problemas de estreñimiento, contra el que también juegan un papel positivo sus elevadas concentraciones de ácidos omega 3. Respecto a la vitamina E, que se halla básicamente en las grasas vegetales, su alto contenido en ella permite que actúen como buenos antioxidantes, lo que significa que frenan el envejecimiento y deterioro celulares.Pero además representan una fuente de energía accesible y cómoda. Son alimentos con un alto aporte calórico y por eso, aparte de que sea su época de maduración, se suelen tomar en otoño e invierno. Así, un puñado de frutos secos evitará que desfallezcamos ante una actividad física más o menos fuerte, ya sea deportiva o laboral.

Cuidan de nuestra salud.

Esta propiedad puede tornarse un problema si se lleva una vida sedentaria y se abusa de su consumo, ya que tal combinación que se traducirá en un incremento del peso y del riesgo de sufrir obesidad. Por tanto, los atracones a base de frutos secos no son recomendables. Además, dependiendo de cada persona, a veces resultan indigestos. La composición nutricional de los frutos secos los hace necesarios para otras funciones del organismo. Son ricos en potasio, un mineral del que dependen el buen funcionamiento del corazón, fósforo, calcio y magnesio. Este último mineral junto con la vitamina B6 que también parecen tener relación directa con la resistencia del organismo al estrés.

Consejos interesantes

Aunque como decíamos se trata de alimentos que dan mucho juego en la cocina, lo ideal es tomarlos crudos y adquirirlo de esta forma, ya que el tueste o la fritura les añade grasas y hace que pierdan parte de sus nutrientes originales. También es aconsejable no tomarlos salados, sobre todo en el caso de que existan problemas de hipertensión, y es importante conservarlos en recipientes totalmente herméticos, puesto que se enrancian con mucha facilidad debido a su riqueza en aceites. El hecho de adquirirlos con cáscara quizá haga más incómodo su consumo pero ayuda a que estén más protegidos y guarden mejor todas sus cualidades.

jueves, 14 de diciembre de 2006

Como tener un buen control de peso



Tal vez el problema mas difícil que confronta una persona que tiende hacia la obesidad y desea controlarla sea el de convencerse intelectualmente de que ésta es objetivamente manejable. De no alcanzar esta motivación antes de entrar en un plan de reducción de peso, tal vez se le haga difícil alcanzar las metas saludables a las que aspira.
En mi caso, con una estatura de 70.5 pulgadas y 258 libras; 75 años de edad y, con las condiciones físicas de hipotiroidismo e hipoglicemia, ya había intentado dietas supervisadas anteriormente. Con el tiempo, estas revertían al conocido problema del yoyo, baja gradual de peso con todas sus alegrías y posterior aumento de las libras perdidas con sus consabidas frustraciones.
En esta ocasión, la motivación remota se produjo a través de la lectura de un conciso artículo publicado en un periódico local. En este se ofrecía una descripción de la dinámica envuelta en el tratamiento del control del peso, el cual descansa sobre tres factores simultáneamente supervisados: el insumo de calorías diarias, el desarrollo del hábito y la práctica de unos ejercicios adecuados para facilitar el quemar lás grasas superfluas almacenadas en los tejidos y, una estrecha supervisión de los cambios esperados por medio de exámenes médicos períodicos y rigurosos.
Por eso, el aspecto intelectual-emocional del usuario interesado es, a mi juicio, la clave del éxito o el fracaso del Programa. El entender y aceptar porqué es indispensable la substitución de la glucosa y la reducción del insumo de grasas saturadas en la dieta cotidiana sin caer en el estrés producido porque esta decisión implique el prescindir de comer, tal vez los alimentos preferidos hasta entonces, son los factores sin los cuales no podría superarse el vicio orgánico que el yoyo representa.
Una vez me inicié en le Programa de control de peso, pude percatarme de cómo la glucosa actúa en mi organismo como un elemento adictivo que precipita el deseo de seguir comiendo: tanto las harinas como los dulces mantienen el apetito vivo y, por consiguiente, uno nunca experimenta la sensación de estar satisfecha, sin importar la cantidad de comida ingerida. Por esta razón era tan importante eliminar la glucosa de mi dieta para que el Programa pudiera tener resultados adecuados. ¡Mía fue la sorpresa al constatar, al finalizar el primer día bajo este Plan, que aquella sensación de hambre permanente había desaparecido!. Mayor aún el gozo interior al observar cómo bajaba cuatro libras mensualmente, tal como se había anticipado y sin hacer uso del Programa de ejercicios en el gimnasio-precaución tomada al aparecer una condición de angina de pecho.
La experiencia fue exitosa sin estrés... con alegría. Al Equipo del Programa de Control de Peso del Consultorio agradezco el esmero con que han implantado este Servicio y la cordialidad con que dan seguimiento al mismo.

martes, 12 de diciembre de 2006

15 consejos de como seguir una dieta


Antes de comenzar un régimen, es importante tomar ciertas precauciones para que ésta sea favorable para tu salud y no perjudicial. Por eso, hay que comenzar por elegir una dieta que no te prohíba comer, sino que ordene tus hábitos alimenticios.

Una dieta no se puede hacer a la ligera, pues necesita mucha responsabilidad para producir efectos beneficiosos en el organismo y no afectarlo más que los kilos de sobra que llevamos en el cuerpo.

Por eso, es necesario seguir ciertos consejos que te ayudarán a ordenarte y, por supuesto, ser cuidadosa a la hora de adelgazar. Toma nota:

1.- Visita a tu médico para que te oriente

2.- Conversa con él hasta dónde puedes llegar, es decir, el objetivo alcanzable.

3.- Realiza cinco comidas diarias.

4.- Planifica con anticipación lo que vas a comer.

5.- Prepara el plato que comerás cuando no tengas hambre, de lo contrario te servirás más de la cuenta.

6.- Anda de compras con las ideas claras y una vez que hayas comido, así no te tentarás a comer otras cosas.

7.- Establece un horario fijo para comer.

8.- Come sentada y sin apuros.

9.- Sírvete en platos pequeños.

10.- Mastica lentamente y come pequeños bocados.

11.- Bebe entre 1.5 a 2 litros de agua al día.

12.- No piques entre horas.

13.- Pésate una vez a la semana o cada dos, pero nunca todos los días.

14.- Busca apoyo en tu familia.

15.- Complementa la dieta con ejercicio físico acorde a tu estado.

Hay que tener en cuenta que una vez que se ha conseguido el objetivo hay que hacer una dieta de mantenimiento. Este paso es muy importante ya que la obesidad es un trastorno metabólico crónico y la tendencia a recuperarlo siempre existe.

¿Por qué la comida rápida engorda?


Según estudios científicos, la composición nutricional de la "comida chatarra" nos alienta a consumirla, incrementando el riesgo de la obesidad.

Expertos del Consejo de Investigación Médica en Gran Bretaña hallaron que la mayoría de la comida rápida tiene una densidad calórica muy alta, con lo cual basta ingerir una porción mínima para subir los niveles de calorías en el cuerpo.
Los médicos concluyeron que este tipo de alimentos altos en energía engañan a la gente haciéndolas consumir más calorías de las que requieren.
Una comida "basura", alta en energía tiene una vez y media más calorías que una cena tradicional británica y dos veces y media más que una comida tradicional en África.
Los investigadores concluyeron que una dieta abundante en comida rápida incrementa el riesgo de obesidad de una persona, aun cuando ésta crea que las porciones que ingiere son más reducidas que si comiese una merienda normal.

Habilidad subconsciente

Andrew Prentice, catedrático en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, dijo que "todos tenemos una habilidad innata para reconocer alimentos con una densidad energética alta".
"Existe la tendencia- agregó- a evaluar los alimentos que ingerimos por el tamaño de la porción, sin embargo una comida rápida tiene más calorías que una comida saludable de igual tamaño".
Según el especialista: "Nuestros cuerpos no están diseñados para tolerar alimentos de alta densidad calórica y eso está contribuyendo al incremento en los casos de obesidad".
Prentice resaltó el efecto que una dieta alta en calorías tiene en los niños.
"Los niños no han desarrollado aún ninguna capacidad de restricción dietética como cualquier adulto que quiera mantenerse en forma en el mundo moderno".

Poca variedad

La doctora Susan Jebb, del Centro de Investigación de la Nutrición, en Londres, afirmó que "en muchos lugares la variedad que se ofrece es tan limitada que es casi imposible seleccionar una combinación de alimentos con un contenido calórico moderado".
"Uno tendría -dijo- que comer una minúscula parte de la porción ofrecida para evitar ingerir más de la energía y grasas necesarias".
Jebb añadió: "Las compañías productoras de comida rápida podrían tener un papel más activo en la prevención de la obesidad si adoptaran una actitud positiva hacia una dieta saludable vendiendo comida de bajo contenido energético".
La doctora Jebb mencionó que las comidas precocidas que ofrecen los supermercados también tienen un alto contenido calórico.
"Las investigaciones han demostrado una y otra vez que para mantener un peso saludable -aseveró- debemos comer alimentos con menos grasa y azúcares procesadas y hacer más ejercicio".

domingo, 10 de diciembre de 2006

La dieta de la toronja


Esta dieta presenta un nivel calórico menor a ochocientas calorías, y tiene la ventaja de que se basa en un alimento libre de grasa, baja en sodio.
Por otro lado, la toronja posee un alto contenido en vitamina C, mucha agua y fibra, lo que permite que al ingerirla se produzca una sensación de saciedad y se inhiba el hambre.
Sus inconvenientes radican en que primero no aporta los nutrientes que el cuerpo necesita para una alimentación balanceada, como calcio y hierro, por lo que el organismo queda desprotegido contra la anemia, el ácido fólico y las enfermedades cardiacas.
Precisamente, por estas desventajas y porque resulta monótona es que se recomienda hacer esta dieta sólo por una semana o a lo sumo dos. La pérdida de peso oscilará entre las doce y veinte libras.

Desayuno: Media toronja acompañada de café o té, sin crema ni azúcar.
Almuerzo: Media toronja.2 huevos, ensalada de tomate y pepino, aderezada con vinagre o limón y hierbas aromáticas al gusto.1 tostada de pan integral acompañada de café o té sin azúcar ni crema.
Cena: Media toronja.Media cabeza de lechuga aderezada con vinagre o limón y hierbas aromáticas al gusto.De 4 a 6 onzas de carne de vaca, pollo o jamón.

El sobrepeso y la obesidad


El número de niños obesos o con sobrepeso está aumentando a una velocidad fenomenal en los Estados Unidos. En general, los niños pasan más tiempo frente al televisor, la computadora o la consola de videojuegos y menos tiempo haciendo ejercicio. Por otra parte, las ajetreadas familias de hoy en día tienen menos tiempo para preparar comidas saludables en casa regularmente todos los días. Desde la comida rápida hasta los equipos electrónicos, lo rápido y lo fácil parecen haberse impuesto en las mentes de muchas personas, de todas las edades, en el nuevo milenio.
Desde la década de los años sesenta, el número de niños y adolescentes con sobrepeso casi se ha duplicado en los EE.UU. Hoy en día, el 10% de los niños entre los 2 y 5 años y más del 15% de los niños y jóvenes entre los 6 y los 19 años, tienen sobrepeso, y el 31% de los adultos también son obesos, ¡una friolera! Los estudios realizados indican que los adolescentes obesos o con sobrepeso tienen hasta un 80% de probabilidades de llegar a ser adultos obesos o con sobrepeso, en particular si uno o ambos padres tienen la misma condición.
Superar la obesidad y el sobrepeso de sus hijos significa cambiar la forma en que usted y su familia comen y hacen ejercicios, así como la forma como pasan el tiempo en familia. Asegurarse de que sus hijos adopten un estilo de vida saludable es esencialmente su responsabilidad como madre o padre, dándoles el ejemplo.

jueves, 7 de diciembre de 2006

Como bajar de peso facilmente


El ser delgada(o) es muy importante para disfrutar de buena salud y sentirte más cómodo y ligero, aunque también tiene otro significado profundamente valioso: te hará sentir más seguro de ti mismo al saber y comprobar que puedes tener control sobre tu cuerpo y sobre tu vida.
Recuerda que bajar de peso y mantenerse delgado es un reflejo de la conexión que existe entre tu mente y tu cuerpo, ya que implica una conciencia acerca de cómo quieres estar, qué necesita tu cuerpo y cuándo lo necesita. El problema es que, aún hoy, las personas no creen que, si aprenden a comer bien, tendrán un buen peso con el que se sentirán sanas y fuertes, no sólo para hacer sus labores cotidianas, sino para hacer ejercicio.
Se tiene la falsa creencia de que para bajar de peso es necesaria una dieta a base de lechuga, pollo hervido, manzana y toronja, lo cual es muy difícil de cumplir y, sobre todo, está muy lejos de lo que incluye una buena dieta y una ingesta de buenos complementos alimenticios.
Llevando una buena alimentación comprobarás que la comida te ayuda a bajar de peso, pues lo que te engorda es la frecuencia y la cantidad de lo que comes, así sea un trozo de pizza, una hamburguesa o unos tacos. Esto, aunado a una actitud positiva, hará maravillas por ti, ¡ya lo verás!

¿Cómo Bajar de Peso y Mantenerse Delgado?

Recuerda que es imposible bajar de peso en muy poco tiempo sin sufrir daños y consecuencias, pues el cuerpo no es capaz de metabolizar más de un kilo y medio de grasa a la semana, así que, si alguien pierde más peso, lo que realmente está perdiendo es agua y masa muscular, no grasa.
La masa muscular es muy importante porque determina cuántas calorías gasta tu cuerpo, ya que, entre más músculo tengas, más calorías gastas, y entre más gastas, más puedes comer sin subir de peso y no estaras en la situacion de como bajar de peso.
Las “dietas expressno son balanceadas, descompensan tu cuerpo, te hacen perder mucho agua y masa muscular; además disminuyen la tasa de metabolismo basal, es decir, reducen el gasto de calorías al día porque tu metabolismo se hace más lento, haciéndote recuperar el peso de manera rápida y fácil.

martes, 5 de diciembre de 2006

Beber para vivir


El mundo que nos rodea sería un paraje yermo sin la presencia del agua. Calificada como fuente de vida y sinónimo de abundancia y prosperidad, las plantas, los animales y los seres humanos se asientan y desarrollan cerca o bajo su protección.
Sin ella, la vida no sería posible. De hecho, más de la mitad de nuestro peso es agua. Pero, ¿cuáles son sus funciones concretas?, ¿qué cantidad diaria es recomendable para gozar de buena salud?, ¿por qué se produce la sed?, ¿cómo influye en nuestro bienestar?¿Por qué necesitamos el agua? Esta sustancia incolora, insípida e inodora permite que el cuerpo se construya tal como es, con todos sus órganos y tejidos. Esto se debe a que las enzimas la precisan para transformar las sustancias que constituyen esos órganos y tejidos. El agua interviene en todos los procesos metabólicos y orgánicos, y en las reacciones químicas que se producen en el organismo. Además, conduce los nutrientes al interior de las células y les proporciona oxígeno. Funciones como hacer la digestión o respirar no se podrían llevar a cabo sin ella. El agua está presente en la sangre, en los jugos gástricos y, por supuesto, en la orinay las heces. Además de las funciones de proporcionar y formar, tiene como misión retirar del organismo las sustancias de desecho. También, el agua es la encargada de regular la temperatura corporal, a través del sudor. Éste, la orina y las heces son las vías por las que el organismo elimina líquidos. Por eso, cuando padecemos una diarrea, tenemos vómitos, sufrimos fiebre o sudamos mucho, el riesgo de deshidratación es más alto y hay que reponer el agua con mayor frecuencia. Por otra parte, junto con el agua que se expulsa también se eliminan sales minerales como sodio, calcio y magnesio que encuentran disueltas en ella.

La sed: un mecanismo de defensa.Cuando nuestras reservas de agua están bajo mínimos, el cuerpo avisa a través de la sed, un mecanismo fiable que nos alerta que la deshidratación está a punto de producirse. La sed es un proceso complejo que surge porque las sales que rodean las células aumentan su concentración por la falta de agua. Entonces, el organismo comienza a tomarla del interior de las propias células para reestablecer su equilibrio.La hormona responsable de la sensación de la sed se llama angiotensina y reside en el cerebro. Además de avisar que debemos beber, nos informa de que esta necesidad ha sido satisfecha.

De dos a tres litros diarios.El organismo precisa un equilibrio hídrico para seguir vivo y sólo podemos proporcionárselo bebiendo agua. En condiciones normales, debemos consumir entre dos y tres litros. Hay que tener en cuenta que beber agua por encima de las demandas del organismo no tiene beneficios extra: el cuerpo eliminará la que le sobra, arrastrando sustancias que sí necesita. Una persona no aguanta sin tomar agua más allá de tres o cuatro días, un periodo que sí puede superar sin probar alimento. En los países desarrollados, el agua corriente y potable es un hecho habitual. En otros lugares, sin embargo, llevarse a los labios un vaso de este líquido resulta casi un lujo.

El agua mineral: una buena alternativa.Cuando el agua del grifo no resulta agradable por su sabor o no es apta para beberse, podemos elegir el agua embotellada, procedente de acuíferos subterráneos y con una concentración variable de sales minerales.Hay varios tipos de aguas minerales. Las bajas en sodio y calcio permiten no agravar problemas de hipertensión o de cálculos renales, respectivamente. Por el contrario, las que son ricas en flúor posibilitan una mejor la salud de la dentadura. El agua que consumimos no sólo sale del grifo y las botellas. Los alimentos que ingerimos contienen este elemento en distintas proporciones. Las mayores concentraciones se encuentran en la fruta y las verduras, en algunas de las cuales llegan a ser del 90%, como es el caso de la sandía. La leche y los pescados también son ricos en agua, mientras que las carnes la contienen cantidades menores. Si nos cuesta beber agua, los zumos naturales y las infusiones pueden ser una ayuda para llegar a las cifras de consumo recomendadas, sin olvidar que nunca deben sustituirla por completo.

sábado, 2 de diciembre de 2006

Obesidad infantil



No se ha explicado totalmente cuál es la relación entre la obesidad infantil y la ingesta de gaseosas, pero ya no quedan dudas de que la relación existe y es un factor muy importante a tener en cuenta.

Hace años que se supone que el consumo de las gaseosas, que son muy ricas en azúcares y calorías, pero prácticamente no tienen ningún valor nutricional, tiene relación con la obesidad infantil.

Pero algunos estudios recientes realizados por grupos de Harvard han encontrado, a través de la observación de casos y grupos de estudio, gran cantidad de evidencias que confirman estas teorías. Es evidencia sólida y científica que lo demuestra.

El estudio del que estamos hablando se realizó con un grupo de niños de doce años y lo que demostró es que aquellos que consumían bebidas gaseosas en forma regular y constante tenían muchas más posibilidades de sufrir de obesidad infantil.

No sólo eso, sino que también probó que por cada porción adicional diaria que estos niños consumían aumentaba el riesgo de sufrir de este problema en una proporción del 60 por ciento. Por supuesto, en todos los casos se trataba de bebidas gaseosas con contenido de azúcar, no edulcorante.

Este estudio consistió en un trabajo de seguimiento de meses y meses (19, para ser exactos), lo cual le da mucha más credibilidad y hace que sus resultados puedan ser aceptados con mucha más confianza, que si se hubiese tratado de simplemente una prueba de un día y una encuesta para recolectar datos.

Daños a los dientes

Pero el riesgo de obesidad infantil no es el único al que se enfrentan aquellos que consumen grandes (y no tan grandes) cantidades de bebidas gaseosas durante su juventud o incluso durante la adultez.

El otro gran riesgo es la formación de caries y el deterioro de la salud dental en general. Este riesgo está aceptado inclusive por las mismas empresas que producen bebidas gaseosas, las cuales dicen que la formación de caries es el único problema que está probado que sus productos pueden generar.

Salud ósea

Pero hay aún más problemas físicos que pueden relacionarse con el consumo de bebidas gaseosas.

El efecto que se producirá en nuestros huesos, por causa de los agentes que introducimos en nuestro organismo a través de la ingesta de bebidas gaseosas, es un debilitamiento sustancial y una pérdida importante de la masa ósea.

¿A qué se debe esto? Principalmente a que el ingrediente activo en la mayor parte de las bebidas gaseosas es un ácido conocido como fosfórico, el cual actúa sobre el calcio de los huesos. Además, el pH de estas bebidas ronda los 2,8, un pH muy ácido.

Lo ideal, en general, es que nuestra dieta no sea muy ácida, sino que tienda a una cierta alcalinización (siendo esto lo opuesto de lo ácido). Por eso, la ingestión de una bebida gaseosa es un paso en la dirección exactamente opuesta y, como tal, un ataque a nuestra propia salud.

Por otro lado, antes decíamos que el ácido fosfórico actúa sobre nuestros huesos. Con esto queremos decir, en realidad, que el ácido fosfórico funciona como disolvente adecuado para obtener el calcio de los huesos, debilitándolos y decalcificándolos.

Por otro lado, es también un factor de colaboración importante para el aumento en el riesgo y en los problemas que trae la osteoporosis, una enfermedad que se caracteriza por la disminución del espesor y del número de las trabéculas óseas, lo cual se aprecia por medio de radiografías como una mayor transparencia de los huesos, y que en última instancia consiste en una severa disminución de la densidad mineral del hueso.

Los estudios que se han realizado, especialmente en animales, demuestran que la superabundancia de ácido fosfórico puede vaciar completamente de calcio a los huesos.

Y otros estudios realizados con grupos de jóvenes demuestra también que aquellos que consumen mayor cantidad de bebidas gaseosas tienen más posibilidades de sufrir fracturas y otras situaciones similares que aquellos que consumen menos. Lo cual se debe, sin lugar a ninguna duda, a la falta de calcio y la debilidad ósea que se genera por causas de estos agentes que ya hemos estado nombrando.

Por supuesto, las compañías de gaseosas niegan totalmente esto, más allá de las pruebas existentes. Y se basan en que los estudios se han realizado sobre ratas, las cuales, por supuesto, son distintas a los seres humanos y los efectos que los productos tienen sobre ellas también son distintos. Esto es cierto, pero solo hay que ver las características propias del fósforo para comprender que es muy probable que no estén tan lejos de la verdad los que afirman que el riesgo de lesión ósea por causa de las bebidas gaseosas es cierto y debe ser tenido en cuenta, especialmente en los años de la niñez, durante los cuales se forma la estructura ósea.

Más allá de esto, las pruebas realizadas en las ratas son categóricas y no pueden ser discutidas de ninguna forma.

Refrescos y sodas, buenas o malas?



La pesadilla de los médicos y dietólogos (por no nombrar a los odontólogos) es cada vez más consumida en todos los hogares. Nos referimos, por supuesto, a las sodas y gaseosas y sus efectos sobre las dietas y la salud en general.

A todos nos ha pasado: ir al médico o a ver a un nutricionista, y que una de las cosas que más ataque de la forma en que nos alimentamos habitualmente sea el consumo de bebidas gaseosas, como las bebidas cola o refrescos en general.

Y también lo mismo nos suele pasar cuando visitamos a un dentista. Pareciese que todos los especialistas de la salud odian a las bebidas gaseosas y hacen grandes esfuerzos para ponernos en contra de ellas.



En realidad, para poner el párrafo anterior en un contexto un poco más real, decir que cuando consumimos bebidas gaseosas nos estamos alimentando es una gran falacia, debido a las características que hacen que estas bebidas tengan una utilidad prácticamente nula para el organismo, y sean, en realidad, bastante perjudiciales.

Por lo tanto, no debemos creer que estos ataques de parte de médicos de todas las especializaciones son simplemente una manía sin demasiado asidero en los resultados. La verdad es que cuando un médico nos dice que le estamos haciendo daño a nuestro cuerpo, suele tener razón. Y este caso en particular no es la excepción.

También es cierto que parece que la sociedad los está empezando a derrotar, y ahora algunos médicos, resignados, aceptan que, si es inevitable que consumamos bebidas gaseosas, al menos consumamos aquellas de las variedades dietéticas, por tener estas un menor porcentaje de azúcar (edulcorante, en realidad) con lo cual se reduce en gran parte uno de los más perjudiciales lados de estas bebidas.

No es una solución ideal, pero ciertamente parece ser lo más extremo que muchos consumidores parecen estar dispuestos a aceptar. Porque las bebidas gaseosas parecen generar adicción.

Alto nivel de consumo

Las estadísticas a nivel mundial son alarmantes. Tomando el caso de los Estados Unidos (que es, sin lugar a dudas, el sitio de creación de estas bebidas y el mayor consumidor a nivel mundial de cualquier producto lleno de azúcar y burbujas) podemos ver que se calcula que aproximadamente una cuarta parte de las bebidas consumidas habitualmente por su población son bebidas gaseosas, especialmente bebidas cola.

No sólo eso, sino que las comparaciones realizadas con encuestas y estudios anteriores demuestran que los valores están en alza. Los norteamericanos cada vez consumen más bebidas de este tipo. Estamos hablando de una venta anual que ronda los 60 mil millones de litros.

Pero más allá de que los valores son mayores en este caso, siendo algo así como el caso extremo que podemos presentar, no por eso se debe pensar que la realidad es mucho mejor en el resto del mundo.

Lo cierto es que, si bien el consumo es menor, las cifras que se manejan (los porcentajes, se entiende) no son muy diferentes. A nivel mundial el consumo de bebidas gaseosas se incrementa constantemente y la venta por habitante es cada vez mayor.

Jóvenes consumidores

Probablemente lo más preocupante de esto no sean los valores y las cifras de consumo de las que se habla, sino otra estadística, la que nos marca cuales son las edades en que más se consume bebidas gaseosas.

Y estas estadísticas nos dicen que los mayores consumidores a nivel mundial de bebidas gaseosas son los niños y los jóvenes, y que lo son cada vez en una mayor proporción con respecto a los adultos.

Por supuesto, esto no puede sorprender a nadie, ya que con solo observar un poco podemos darnos cuenta de una serie de hechos que muestran que es lógico que sea así.

Para empezar, los chicos, cuanto más chicos (y más allá de algunas excepciones) más favorecen los sabores dulces y los productos altos en contenido de azucares. A medida que pasa el tiempo, esta tendencia se pierde y otros sabores aparecen como preferidos. Y las bebidas gaseosas son un monumento a la dulzura, con sabores que justamente agradan al paladar de los consumidores más jóvenes de los hogares.

Por otro lado, también es obvio que la publicidad de este tipo de bebidas no está dirigida a los adultos y mucho menos a aquellas personas de edad avanzada.

Esto es tan obvio que muchas veces hemos escuchado a personas mayores quejarse de que les molesta el estilo que se utiliza, la forma en que la cámara se mueve o que, simplemente, no las entienden. Esto es por la utilización de códigos que comparten los jóvenes y no así la gente mayor.

Por lo tanto, parece un tanto ingenuo pensar que sea casualidad que los mayores consumidores de bebidas gaseosas sean personas por debajo de los veinte años y aún menos.

Pero nadie parece pensar cuáles son los efectos de estas bebidas en estos jóvenes, que son seres humanos en edad de crecimiento.

 
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